Vida de a perro
Texto: Mauricio Guerrero.
Fotos: Ana Mireya Guerrero G.
Publicado: lunes 18 de abril de 2016.
Camino por las calles y los miro en muchos lugares.
Unos van de “traje” con sus correas y vestidos, con sus dueños que hacen gala.
Pienso y asumo que quizá viven en “palacios” y se alimentan light.
Otros se quedan en casa, muchos con ansias de libertad, de correr y disfrutar.
Algunos en casas que parecen cárceles modernas, con muros altos, alambradas y cámaras.
Sus miradas me dicen que quisieran salir de paseo… pero están solos, sus dueños tienen que trabajar y solo recibirán caricias y comida en la noche.
Pero hay muchos más que, siendo los mejores amigos, han quedado a su suerte en las calles.
Allí corren, allí están juntos, allí tienen su forma de pasarla bien…
Unas personas siguen siendo sus mejores amigos… les dan agua o algo de alimento sobrante.
Otros no corren la misma suerte, y me entristece…
Ellos son fieles acompañantes, ayudan a los no videntes, a los niños con algunos males... y lo hacen con todo su ser, y pienso que les debemos mucho más de lo que les ofrecemos hoy.
Y sigo pensando, que pase lo que pase, ellos serán nuestros mejores amigos y compañeros, pese a su vida de a perro.
Te animas a darles mejor futuro.
Yo soy el rey de la villa.
¡Qué me ves!
Quisiera salir a dar un paseo.
¡Pelea de perros… pelea de perros!
Solo estábamos jugando ¿no cierto?
Por suerte hallé esta pila de agua… para pasar este tremendo calor.
Sonreiré para la foto pues.
¿A qué horas llegará?
Aunque sea un huesito para llenar la barriga.
Mejor me apuro… sino el taxista se lleva la fritada.
¡Qué sed!
A la espera de la comida.
Tiempo de descanso.