Texto y fotos por: Ana Mireya Guerrero G.*
Tránsito Jesús nació en la isla San Cristóbal en el año de 1934, hija de Bernabé Lara y Angelita Montero.
Tránsito Jesús Lara Montero
Foto: Ana Mireya Guerrero G.
Doña Angelita siempre comentaba a sus hijos que ella junto a su esposo vinieron a Galápagos para aventurar y arribaron a las Islas a los 18 días de zarpar de Guayaquil, en un bote a vela. En ese entonces en San Cristóbal había la libre posesión de las tierras, por lo que los padres de Doña Tránsito Jesús se asentaron en la parte alta de la isla, en el recinto El Socavón donde se dedicaron a la agricultura, sembrando yuca, verde, guineo, fréjol, alverja, haba, camote, maíz, papa, etc., además producían miel y criaban chanchos, reses, pavos, patos y gallinas. El trabajo para Doña Angelita fue muy duro ya que su esposo falleció a los diez meses de nacida Tránsito Jesús.
Doña Tránsito Jesús indica que su madre le enseñó a ella y a sus hermanos a trabajar desde muchachos, “nosotros sabíamos machetear, sembrar… todo aprendimos de nuestra mamita”. Recuerda que lo que ponían en la tierra, eso cosechaban, lo único que nunca pudieron producir es arroz. Por eso cada vez que llegaba el barco con víveres lo primero que hacía Doña Angelita era comprar dicho cereal. Con respecto a las cosechas Tránsito Jesús indica que antes la tierra les daba todo lo que sembraban y agrega “ahora con tanta plaga hay que utilizar químicos para producir, antes todo era natural, por eso no teníamos enfermedades… voy a cumplir 75 años y nunca he estado enferma, nunca me han vacunado”. A doña Tránsito Jesús también le preocupa el avance de la mora en la zona agrícola de la isla, pues considera que dicha planta debilita la tierra y no permite sembrar. Además le aflige la presencia del ave introducida denominada garrapatero pues ella ha observado que: “esos pájaros negros, grandes, se comen las nidadas de los pajaritos que tenemos aquí… tiernitos se los comen”.
Garrapatero (Crotophaga ani)
Foto: Ana Mireya Guerrero
Tránsito Jesús recuerda que una vez a la semana bajaban de El Socavón a la playa, arreando 15 burros cargados de productos agrícolas que eran comercializados con la tripulación de yates de turismo que llegaban a la Isla o con la gente que vivía en la costa.
Trae a la memoria que a inicios de la década del 40, cuando Baltra fue ocupada como Base Estadounidense, los militares instalaron en San Cristóbal una tubería para proveerse de agua dulce, la cual se extendía de la cañada La Toma hasta la costa. Para esta construcción suministraron trabajo a los colonos, entre ellos a la madre de Doña Tránsito que puso a la disposición los burros para cargar la tubería.
Tránsito Jesús Lara desde pequeña se ha dedicado a hacer de todo; cuando tenía unos 7 años su madre le pidió que prepare arroz para los trabajadores de la finca, “yo no podía cocinar” agrega, pero como había un trabajador de confianza llamado Don Rosero, le pidió ayuda. Él le dijo ponga en la olla el agua, el arroz, la sal, la manteca y la cuchara, cuando la cuchara se pare el arroz está listo. De igual forma si la tripulación de los yates de turismo, solicitaban por ejemplo, agua hervida, ella presta procedía a abrir un hueco en la arena, ponía dos fierros, prendía candela y calentaba el agua. Otro recuerdo de doña Tránsito Jesús es de cuando tenía que transportar chanchos desde la parte alta de la isla, al Camal que en ese entonces se encontraba junto al Muelle, en la actual “pocita de los niños”: “se imagina tenía que ir al andar del chancho… iba arreando los chanchos con el cabito, para que no se metan ni a un lado, ni a otro, hasta llegar a “la playa””. Ya en el Camal los chanchos eran despostados y luego sí a preparar la fritada, el hornado, el chicharrón, incluso salchicha, productos que eran degustados por la población.
Cuando doña Tránsito Jesús ya era una mujer casada adquirió un botecito de pesca a remo, recuerda que “antes había harto pescado, salían a realizar las actividades de pesca por aquí cerca no más, y en menos de diez días, regresaban con 100 o 120 quintales de bacalao”.
Desde hace 50 años doña Tránsito Jesús Lara se dedica a la elaboración de pan, lamentablemente hace un año ella tuvo una caída y se afectó la cadera, por lo que se vio en la necesidad de suspender la preparación de este producto. Sin embargo, la gente del pueblo, los tripulantes, los turistas aún preguntan por el pan de doña Tránsito, pues ella siempre tuvo buen pan a disposición de todos; “para que el pan salga elevadito, todo bonito y sabroso, siempre hay que cernir la harina, poner levadura suficiente, huevos, bastante mantequita o mantequilla y amasarlo bien”. Doña Tránsito espera recuperarse y volver a trabajar en su panadería llamada Jesusita.
Tránsito Jesús Lara Montero
Foto: Ana Mireya Guerrero
*Investigación auspiciada por el Ministerio de Cultura del Ecuador.
Publicado en el Periódico Quincenal El Colono (Pto. Ayora – Galápagos), en la Segunda edición de mayo del 2009. Pág. 12.
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